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Descarbonización: Qué es y cómo aplicarla en tu empresa

En un mundo cada vez más comprometido con la sostenibilidad, la descarbonización se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas que buscan reducir su impacto ambiental, mejorar su eficiencia energética y cumplir con normativas como los criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza).

¿Qué es la descarbonización?

Descarbonizar una empresa significa reducir o eliminar sus emisiones de CO y otros gases de efecto invernadero (GEI), tanto directas como indirectas. Esto incluye desde el consumo de energía en oficinas y fábricas hasta las emisiones de proveedores y logística.

Tipos de emisiones que una empresa puede generar

Para comprender mejor la descarbonización, es útil entender las tres categorías de emisiones definidas por el protocolo GHG (Greenhouse Gas Protocol):

  • Alcance 1: Emisiones directas, como el uso de calderas de gas o flotas de vehículos diésel.
  • Alcance 2: Emisiones indirectas por la electricidad o energía comprada.
  • Alcance 3: Emisiones indirectas de la cadena de valor, como proveedores, logística, desplazamientos de empleados, o incluso el uso del producto final por parte del cliente.

¿Por qué ahora?

La descarbonización ya no es una opción a futuro: es una necesidad actual por varios motivos:

  • Regulación europea: La Unión Europea ha establecido un objetivo claro: ser climáticamente neutra en 2050. Esto significa que todos los países miembros, y por tanto sus empresas, deberán reducir drásticamente sus emisiones de carbono. 
  • Exigencia de clientes e inversores: Cada vez más consumidores y empresas B2B prefieren productos y servicios de compañías comprometidas con el medio ambiente. Los inversores institucionales ya analizan el desempeño ambiental (ESG) antes de financiar o adquirir participaciones, y muchas cadenas de suministro imponen condiciones climáticas a sus proveedores.
  • Aumento del coste energético: Ahorrar energía es clave para sobrevivir en mercados volátiles. La energía convencional es cada vez más cara e inestable. El conflicto en Ucrania, la dependencia del gas o las tensiones en los mercados han hecho que los precios energéticos se disparen y afecten la rentabilidad de muchas empresas.
  • Responsabilidad corporativa: Cada empresa tiene un papel en la lucha contra el cambio climático. Implementar una estrategia de descarbonización es también una declaración de principios que mejora la reputación, atrae talento joven comprometido y fideliza clientes que valoran la transparencia y el compromiso ambiental.

 

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